En esta primera reunión la vicepresidenta ha presentado las líneas maestras del capítulo dedicado a la energía en el Plan de Recuperación y ha trasladado el compromiso del Gobierno con la transformación del sistema energético y la búsqueda de alianzas entre los distintos actores.
El Plan de recuperación se fundamenta sobre cuatro pilares básicos -la transición ecológica, la transformación digital, la cohesión social y territorial y la igualdad- que a su vez se estructuran en diez políticas palanca compuestas por 31 proyectos tractores. Para la rápida y eficaz implementación de esos proyectos tractores, Ribera ha destacado la importancia de “implementar los elementos que tienen más poder transformador, asegurando un impacto mayor en el corto plazo para dar respuesta a la transición ecológica, la lucha contra el cambio climático, pero también a los desafíos asociados a resiliencia y calidad de vida en las ciudades”.
Para ello, España ya cuenta con un marco normativo –Plan Nacional de Energía y Clima, Estrategia a Largo plazo, Ley de Transición Energética y Cambio Climático, la Estrategia de Transición Justa, la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde y un nuevo marco normativo para las renovables- que permite identificar espacios para una activación más rápida y con efecto tractor tanto en la cadena industrial como en el ámbito energético.
“Pero necesitaremos más elementos, inversión pública y privada, y también activar mecanismos de apoyo y acompañamiento para conseguir un efecto multiplicador de los fondos disponibles”, ha explicado Ribera. Entre los mecanismos para facilitar la inversión, la vicepresidenta ha citado como ejemplos las líneas de ayuda por concurrencia competitiva a proyectos innovadores, los convenios de colaboración público-privada para acometer proyectos específicos, la compra pública innovadora para el desarrollo de nuevos prototipos o tecnologías y la financiación o participación en sociedades de nueva creación o existentes que busquen crecer u orientarse en línea con los objetivos
Ribera también ha incidido en la importancia de contar con un calendario que permita acelerar aquellos proyectos con más nivel de maduración, y con un sistema de vigilancia exigente, tanto en la implementación de las reformas como en el cumplimiento de hitos cuantitativos.
En cuanto a la tercera política Palanca, transición energética justa e inclusiva, ésta tiene cuatro grandes componentes: el despliegue rápido de renovables, el desarrollo de infraestructuras eléctricas inteligentes, almacenamiento y nuevos modelos de negocio, hidrógeno renovable como proyecto país y la Estrategia de Transición Justa. MITERD. 19.10.2020