Papresa, una empresa con más de 125 años de historia como fabricante de papel prensa, cuenta en la actualidad con 230 personas en plantilla y tiene una producción aproximada de 400.000 toneladas de papel anuales, de las que ya un 50% es papel para embalaje y el otro 50% papel prensa. La papelera alcanza un nivel de exportación del 65% de sus ventas.
En el desarrollo de este proyecto de conversión, Papresa ha contado con recursos procedentes de fondos de diferentes programas de desarrollo industrial. Recientemente, se ha dado a conocer que había obtenido financiación del Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP) con un préstamo Sepides de 12 millones y también ha recibido otros 1,4 millones del programa IDI, en ambos casos del Ministerio de Industria.
Asimismo, ha contado con subvenciones del Gobierno Vasco por un importe de 5,6 millones en el marco de distintos programas, además de ayudas directas a la explotación por 800.000 euros. A este respecto se ha contado, además, con subvenciones de explotación del Mincotur por un importe superior a los 3 millones.
Según han explicado, desde que en octubre de 2020 Quantum Capital Partners adquiriese Papresa, la compañía guipuzcoana está inmersa en una «profunda reconversión» que tenía el objetivo de diversificar el 50% de la producción desde el papel prensa hacia el papel de embalaje. Ese proyecto de conversión de Papresa tiene asociado un plan de inversiones de más de 60 millones, que se han ejecutado en su práctica totalidad en el pasado año 2022.
Esas inversiones se han dirigido a la completa reforma de la PM5 (Maquina de papel) y una nueva línea de preparación de pastas para el uso de material reciclado procedente de la recogida selectiva (contenedor azul) con una partida superior a 50 millones, además de una nueva planta de depuración de aguas industriales (10 millones).
La compañía ha subrayado que esa nueva planta, «de última generación y tecnología anaerobia», generará además biogás verde para su utilización como combustible en la producción de vapor para la fábrica, por lo que, según ha señalado, es «un claro ejemplo del compromiso de Papresa con el entorno, la sostenibilidad y el medio ambiente».
La compañía cerró el pasado año con una facturación de 212 millones de euros, lo que supone un aumento del 40% respecto a 2021. La previsión para este año 2023, en el que estará finalizado su plan de inversiones, es alcanzar una facturación de 280 millones, que representaría un incremento del 32% respecto a 2022, mientras que estiman un Ebitda en este ejercicio de 20 millones.
Este crecimiento se explica por el pleno rendimiento de su nueva máquina de papel tras la conversión a embalaje, un proceso que ha contado «con la aceptación del mercado», lo que les permite contar con una «mayor producción y rentabilidad». Las inversiones previstas este año ascienden a diez millones de euros, que se centrarán en mejora de instalaciones y almacenes, además de la finalización de las inversiones de 2022.
La empresa trabaja en nuevos proyectos como el desarrollo de nuevos tipos de papel para distintas aplicaciones tanto en embalaje como en papeles especiales, como son papel Aia Pharma, que es un papel 100% reciclado para los prospectos de medicamentos y el papel Aia Bag, que es un producto para bolsas de papel, supermercados o retail. La Información. 04.02.23