La disponibilidad de buques y contenedores para el transporte de material sigue sometida a una fuerte presión. La oferta de rutas y salidas es menor y los costes de los fletes siguen prohibitivos. Los problemas se agravaron antes de las Navidades debido a la falta de capacidad y a que las fábricas querían abastecerse antes del periodo vacacional. Las entregas por carretera también se han visto perjudicadas por la falta de conductores como consecuencia del COVID.
Mientras tanto, los problemas se ciernen sobre los principales mercados de extranjeros: es poco probable que los envíos de la UE a la India se reanuden, como muy pronto, en el mes de febrero, debido a un error administrativo de las autoridades indias que está en proceso de subsanación; y siguiendo los pasos de China e Indonesia, el gobierno de Malasia ha introducido controles más estrictos sobre las importaciones de fibra recuperada, incluyendo una inspección previa en el país de origen.
Otro problema común a todas las empresas, y en particular a las fábricas de papel, es el aumento de la factura energética.
Durante el periodo navideño las fábricas apenas han tenido paradas de producción y, por lo general, están operativas gracias al crecimiento del comercio electrónico y a la evidente transición de los envases de plástico al papel. Sin embargo, en muchas regiones de Europa, los volúmenes de recogida de fibra recuperada se han mantenido estables o han disminuido ligeramente en los últimos meses, debido sobre todo a las nuevas restricciones relacionadas con el COVID. En concreto, se ha producido un descenso en los volúmenes de las calidades de papel de oficina clasificado que se recogían en muchas grandes empresas, como consecuencia del teleletrabajo, y en los sistemas municipales alternativos de recogida de papel mezclado que han provocado la pérdida de una gran parte de papel «blanco» recuperado.
La tendencia a desarrollar nuevas capacidades de fabricación de papel y cartón se mantendrá en 2022. Por ejemplo, la puesta en marcha de dos nuevas máquinas en Francia añadirá más de un millón de toneladas a la producción nacional anual. Y en Turquía, varios grupos papeleros están realizando nuevas inversiones para seguir el ritmo de la creciente demanda, como Modern Karton que ha decidido construir una fábrica de papel de estraza en Zonguldak con una capacidad anual de 550.000 toneladas.
Después de haber importado aproximadamente 1,5 millones de toneladas de papel recuperado el año pasado, se espera que Turquía compre unas 2 millones de toneladas en el transcurso de 2022. BIR. 20.01.22