Nº 195 - Mayo 2021

La Directiva 2004/35/CE1 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004, sobre responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioambientales (en adelante, DRM), establece un marco de responsabilidad medioambiental basado en el principio de “quien contamina paga” para la prevención y la reparación de los daños ambientales. Por ello, la importancia de una eficaz aplicación de la normativa nacional de transposición de esta directiva resulta esencial, pues constituye una herramienta con gran potencial para articular obligaciones de prevención y reparación de los daños causados al medio ambiente.

La necesidad de las Directrices

Pese a la importancia de la normativa de responsabilidad ambiental, los informes de aplicación de la DRM emitidos en 2010 y 2016 mostraron la necesidad de superar diversos obstáculos para una aplicación efectiva de la norma.

Asimismo, en el Proyecto de Informe sobre responsabilidad de las empresas por los daños medioambientales de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, de noviembre de 2020, se indicaba que, pese a las recomendaciones efectuadas por la Comisión Europea en 2017 y los esfuerzos para evaluar y subsanar las brechas en la aplicación de la DRM en los distintos Estados miembros, debía continuarse trabajando para revertir las deficiencias que persisten en su aplicación. Este informe planteaba interesantes propuestas de mejora, que estudiamos en anteriores publicaciones,  como la necesidad de mejorar los conceptos y obligaciones de la DRM, incluyendo la elaboración de un documento común de entendimiento.  A raíz de este Proyecto, la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, también reclamó que la Comisión Europea proporcionase más explicaciones y una mejor orientación acerca de los términos jurídicos clave utilizados en la DRM, en especial, sobre el umbral de “daños significativos”, para garantizar una aplicación más coherente.

Finalmente, el 7 de abril de 2021, se publicaron en el Diario Oficial de la UE las “Directrices por las que se proporciona un concepto común del término «daño medioambiental» tal como se define en el artículo 2 de la Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioambientales” (en adelante, “Directrices”). […]

Conclusiones

El desarrollo de documentos, guías y directrices contribuyen a la aplicación del principio de prevención y a un mejor entendimiento de la normativa ambiental, facilitando su aplicación y conocimiento. La necesidad de un mejor entendimiento de la DRM resulta manifiesta, de ahí la importancia de estas tan esperadas Directrices, que junto con el resto de documentos interpretativos que se han venido elaborando en los últimos años, esperemos que contribuyan a que la normativa de responsabilidad ambiental resulte eficaz para, en primer término, prevenir los daños ambientales, y, una vez ocasionados, aplicar efectivamente el principio de “quien contamina paga” y lograr la reparación de los daños ambientales. Terraqui. 15.04.2021